Internet, contra lo que siempre se había dicho en los medios de comunicación, no es un instrumento que deja sola a la gente con su ordenador, si no que, al contrario, es cumulativo. Cuanto más sociable es uno, más utiliza internet; cuanto más utiliza internet más desarrolla la sociabilidad y hay menos sentimiento de aislamiento.
Más sociable quiere decir que la gente que utiliza internet tiene más amigos, sale más frecuentemente, participa más políticamente, tiene mayores intereses y actividades culturales… Comprobado incluso por niveles sociales. Por tanto, no. Empíricamente, la respuesta es claramente no. Internet expande el mundo.
Ahí surge otra pregunta: ¿Qué ocurre si te pasas toda la vida en internet, encerrado en tu casa? Pues pasa lo mismo que si te pasas con un videojuego o leyendo un libro en tu casa 15 horas seguidas cada día. Si hay gente así, internet no les va a solucionar el problema. Es un instrumento que amplía el mundo en lugar de encogerlo, empíricamente.
Qué te ha dado internet?
Fundamentalmente la capacidad de investigar de manera que nunca hubiera podido hacerlo. La capacidad de estar informado o de poder estar informado al instante de cualquier cosa que pase en el mundo, que ha pasado en el mundo o que ha pasado hace cinco mil años. En internet tenemos la capacidad de entrar en toda la información y todas las expresiones culturales que se han producido en el planeta desde que el mundo es mundo.
Es una tontería enseñar internet. Lo que dice la gente: Cursos para enseñar internet. ¿Qué? Poner el dedo aquí… Eso se aprende en media hora.
El problema es, una vez que sabes, ¿qué haces en internet? Para comunicarse no hay ningún problema, a todo el mundo, cualquiera que sea su nivel cultural, le encanta comunicarse. En las periferias obreras de Madrid o Barcelona han desarrollado, para quitarles el miedo a las personas mayores de lo que es internet, programas en que los niños enseñan a sus abuelos el manejo del correo electrónico y así pueden estar conectados.
La comunicación entre personas, ésa ya está. Para la utilización de internet como medio de información y comunicación tampoco hace falta ningún tipo de entrenamiento. Ahora bien, el gran problema que se plantea en la sociedad es que como es una herramienta tan potente de acceso a la información, a cualquier tipo de información, el saber qué se busca, dónde, cómo se busca, para qué se busca y qué hacer con esto en nuestra vida requiere un nivel cultural. Ahí entra la educación. La divisoria más fundamental en la historia de la humanidad, mucho más que las clases aunque por lo general hay correlación, es la división entre la gente que sabe y la que no sabe, que sabe leer y no sabe leer, que entiende el mundo y no lo entiende.
El poder, ¿cómo está utilizando internet?, ¿para qué le sirve?, ¿cómo ha cambiado la relación del poder con la sociedad gracias a internet?
internet es extremadamente útil para la economía, bien utilizado para la educación, para los servicios públicos, para la información. Pero por otro lado, no puedes tener un poquito de internet, tienes que tener internet en la plenitud de su capacidad autónoma de comunicación.
Decías que pensar ahora en quitar internet es como pensar en quitar la electricidad. En algún momento da la impresión también de que quisiéramos quitar el aire, porque ahora mismo la libertad que da internet se parece a la libertad del aire.
en un mundo dominado por la televisión, según cómo, puedes recibir imágenes que casi todas vayan en el sentido de activar ese miedo. En un mundo libre de internet puedes tener suficientes imágenes de otro sentido para activar tus otros elementos metafóricos de disminuir el miedo y aumentar la confianza.
Eso es lo que Obama activó muy hábilmente. Obama no se puede entender sin internet. Demuestro en mi libro que no fue sólo por internet, pero sin internet Obama no hubiera sido elegido.
Hoy en día la gente no lee un periódico, utiliza la técnica RSS en internet con la que va a buscar un tema. Si lo que me interesa en estos momentos es ver cuáles son los temas de corrupción política o inmobiliaria en España, voy atravesando distintos medios de comunicación en base a palabras clave y me construyo mi propio texto. No recibo un texto en paquete de un periódico ni me miro todo el periódico, sino que construyo mi propio periódico. Eso es lo que ya se está produciendo.
En ese sentido, puede haber una plataforma distinta, yo diría una multiplataforma que es adonde estamos yendo, sin ser al mismo tiempo muy profesional. ¿Qué es lo que le queda al periodista? Dos cosas: la credibilidad y la profesionalidad. El océano de información de internet, por definición, no puede contener todo creíble. Por tanto, se introduce la duda de qué es creíble o no. Hay cosas muy creíbles, otras nada, otras puras invenciones pero lo que tiene es la interacción a través de la cual la gente va corrigiendo a veces esa información, mi método wiki. El periodismo profesional, los medios profesionales todavía guardan un capital de credibilidad.
el tipo de relación más importante es el poder –para mí es el más importante porque de quién tiene el poder y cómo tiene el poder se definen las reglas del juego y todo lo demás depende de en qué situación de poder nos encontramos los unos con los otros y cómo se han ido construyendo– .Si el poder es los fundamentos de la sociedad, es una visión un poco tradicional-filosófica pero no se construye por ángeles, se construye por relaciones de poder y por eso va cambiando, afortunadamente.
Pero el poder se constituye sobre todo en nuestra mente porque la forma, cómo pensamos determina qué es lo que hacemos y qué es lo que hacemos favorece unos u otros intereses en términos de poder. La idea aquí es que lo esencial de la condición humana es la comunicación y lo esencial de la organización humana es el poder. En la conexión entre poder y comunicación a través de nuestras mentes individuales y colectivas quizá es donde podemos encontrar el secreto de cómo se organiza la condición humana , en qué sentido y en función de qué nos destruimos o, al contrario, nos expresamos en condiciones de creatividad extraordinaria.
Aunque llamas a la televisión “la eterna compañera”.
Claro, porque es el entorno comunicativo. Pero ya no es sólo la televisión, es todo a la vez. Somos un multimedia andante.
Da escalofríos leerte esta reflexión: “La gente se mata por lo que siente: hostilidad étnica, fanatismo religioso, odio de clase, xenofobia nacionalista, rabia personal…”. Han pasado muchos siglos, estamos en el umbral de una nueva era, que defines muy bien en este libro. ¿El hombre no ha cambiado? ¿En qué ha cambiado o por qué no ha cambiado?
Ha cambiado en muchísimas cosas. En la capacidad de desarrollo tecnológico, de superar las enfermedades, aumentar la cultura… En todos los temas del progreso de la humanidad es evidente que hemos hecho cambios extraordinarios y hemos aprendido a crear al menos unas reglas del juego que nos permitan coexistir. Pero no hemos cambiado en algo fundamental: son las emociones las que determinan nuestro comportamiento. Eso está en nuestro cerebro.
Hemos vivido en el mito del progreso y la Ilustración que, con su espejo simétrico en el mito del hombre soviético, del hombre comunista –bueno, ya hace tiempo que desapareció–, partía de la idea fundamental de que había que arrancar a la gente de su primitiva identidad, o de sus emociones, para construir algo nuevo que se definía desde el Estado y se daban la identidades del Estado: Eres un ciudadano. Bueno, francés, vale. Pero lo importante es que eres ciudadano, no eres bretón, no eres mujer, no eres negro… eres ciudadano.
No conozco a ningún ciudadano. Conozco a gente con muchas características propias y la gente se sigue viendo así.
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